Hay un rumor muy fuerte en las calles de Villa Sarita, todos dicen que este domingo “habrá guerra”, los hinchas ya no aguantan más las actuaciones del equipo y para colmo de males, internamente también hay intolerancia.
Se dice…que aparecieron caras nuevas y quieren tomar el mando de la hinchada, relegando de esta manera, a antiguos miembros de esta prestigiosa barra.
Esto huele mal, el domingo anterior cuando la franja hizo las veces de local ante Colegiales, se noto mucho descontrol y aparecieron algunas fricciones.
Rogamos, que no suceda nada, pero si algo ocurre, los únicos culpables serán los dirigentes, quienes acostumbran a donar entradas a algunos sectores de la hinchada, así buscan el respaldo y tal vez la tranquilidad para que no los molesten con sus cánticos adversos.
Pero, la paciencia tiene un limite, hay hinchas que están muy ofendidos y buscaran este domingo tomar el “TORO” o “LA VACA”· por las astas.
Esto, por que los dirigentes aparentemente desviaron hacia otro sector, las entradas que les correspondían a la barra oficial.
Cuidado, esto es un arma de doble filo, si los dirigentes hicieron eso, porque quienes eran adictos ya no apoyan a este técnico o no están de acuerdo con actitudes de esta Comisión Directiva, me parece que se equivocaron.
Esto solo hará, que los propios simpatizantes se enfrenten.
La Comision Directiva tiene que asumir la responsabilidad y decirles; -Muchachos ya no lo queremos en el club, porque Ustedes gritan en contra…
Los que siempre apoyaron, alentaron y gritaron a rabiar ahora, se sienten desplazados y buscaran este domingo, no perder el lugar que se ganaron con mucho sacrificio.
La hinchada de Guaraní Antonio Franco, siempre fue respetada y admirada.
Porque para el hincha franjeado, la asistencia a los partidos es un ritual, es un compromiso sagrado, ante el cual no hay alternativa posible.
En los tablones grita, canta y es solidario “a muerte” con su equipo.
Cuando ganan, todos están felices, cuando pierden siempre es culpa de otros: de los árbitros, de las canchas malas, de la lluvia o el viento, de las persecuciones, etc.
El fanático, entonces, no es crítico, sino devoto.
Tiene una adhesión casi religiosa por Guarani.
Rogamos, que este domingo nada suceda…
