Luego de levantada la primera sesión y de pasar a un cuarto intermedio. La Comisión Directiva de Guaraní Antonio Franco decidió dar el sí, firmando el contrato de cesión otorgándole facultades al Gerenciamiento para que se haga cargo de la parte futbolística de la Institución.
Tenemos que aclarar algo que es muy importante para que todos tengan una idea precisa de lo que puede suceder.
El Gerenciador, es el representante de un grupo de inversores, puso mucho dinero hasta el momento.
Mal o bien, se realizaron algunas mejoras en el estadio y se procedió a la contratación de técnicos y futbolistas.
Roberto Enríquez es la cabeza visible y como hombre de negocios apuesta a beneficiar, dentro de sus posibilidades, al mejoramiento institucional.
Como tal, como comeciante, a largo o corto plazo intentara recuperar lo invertido.
Esto es lógico. Pero hay una gran diferencia entre un trato comercial entre empresas o particulares, que la relación que comienza a desarrollarse con Guaraní.
Sería en este caso, empresa con un club de fútbol. Por un lado esta el gerenciador, por el otro los dirigentes, quienes deben firmar el contrato protegiendo los intereses de una entidad sin fines de lucro con mucha historia en nuestro medio.
De esta manera, con la documentación en la mano, el club permite la ayuda económica para llevar adelante el proyecto sin sobresaltos.
Pero... el documento y los puntos del mismo son lo más importantes. Hasta aquí todo bien.
Lo que no cierra, es lo siguiente; Porqué si los jugadores, cuerpo técnico y coordinador son empleados actualmente de la gerenciadora, ésta en el futuro y ante un atraso de sueldos o reclamo de rescision de contratos, no se haria cargo…?
Porqué, ante una posibilidad de que no se cumplan los plazos ni aparezcan los resultados, el club se tendria que pagar los daños y perjuicios…?
Como lo deciamos anteriormente, una parte hizo su negocio, la otra esta jugando con fuego arriesgando demasiado.
Esto debe continuar así, seguramente porque los dirigentes recurrieron a este sistema perverso ante la necesidad de que alguien ponga el dinero, porque ellos no tienen la capacidad de buscar sponsor para sostener la participación de un equipo en el Argentino B.
Viéndolo así, las dos partes en este trato comercial deberían haber cuidado sus propios intereses.
Tal vez, por la desesperación tratando de seguir con este emprendimiento para que no se caiga, una de ellas cedió algo que puede costarle caro.
Lo mas triste y lamentable es que ningun dirigente puso en garantia un bien personal para respaldar todo lo firmado.
No queremos ahondar en detalles, solo intentamos graficar los hechos porque nadie está enterado, ojala que algún miembro de esta Comisión firmante exponga la documental para que los hinchas evalúen que hicieron.
Por supuesto que sabemos a que nos exponemos cuando se tocan temas como estos, puntuales, porque los mismos involucrados ponen el grito en el cielo.
Hemos soportado tantos agravios desmedidos que a esta altura del partido nada nos hará cambiar lo único bueno que existe y tenemos.
Por eso, seguiremos defendiendo la libertad de expresión y de poder exponer ante la sociedad cuestiones como en este caso, relacionadas con el club más grande de la provincia.
El fútbol no es solo 22 “bol…” corriendo detrás de una pelota.
Suena el silbato se baja el telón, pero la vida de una institución sigue marchando.
Y a pesar de este hermoso y lindo momento democrático que vivimos, nos consta, que se hace difícil ser independiente y mantener a raja tablas los principios y las convicciones.
Pero hemos comprobado fehacientemente, que sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios, el hombre está condenado a la opresión.
Decir la verdad cuando sabemos que nos pesará, es la mejor prueba de honradez. Dave Weinbaum.