Por supuesto hay un culpable. Y los dirigentes tienen que buscar un culpable, porque después de casi diez años nunca reconocieron que alguna vez se equivocaron.
Ellos piensan que todo sigue igual, no aprendieron nunca de los errores cometidos.
Al contrario, actúan de la misma manera reforzando las mismas actitudes y tesitura, el que piensa diferente esta en la vereda de enfrente, el que critica y opina es detractor o tira bombas, pero el que es obsecuente y no dice nada (porque no es necesario decir algo para ello), tiene los privilegios propios que se le otorgan a quienes se prestan a ese jueguito.
Y en ese jueguito nunca entramos por eso nos persiguieron.
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