Guaraní Antonio Franco tuvo una mala noche en Garupá. No pudo contra Crucero del Norte. Sin nada que perder, pero con la intención de complicarle la clasificación al “Colectivero”, quiso imponer respeto con fuerza y temperamento, pero se olvido del fútbol.
Sucumbió ante un equipo que no fue superior, pero aprovecho las ocasiones que tuvo para concretar “El Polaco” Cabrera a los 3” de la segunda etapa y Cristian Gutiérrez a los 20” marcaron los goles.
“La Franja” terminó el partido con 3 hombres menos por las expulsiones de Claudio Santa Cruz, Pedro Aguírrez y Héctor Franco.
El partido no mostró mucho. El empuje de Guaraní más el apuro de Crucero, conjunción para la mediocridad.
La noche quería asociarse al espectáculo. Estaba dibujada y pintada como un entorno perfecto. Que más podíamos pedir. Ambiente y clima ideal, estadio con mucho público, el espectáculo tendría que ser de jerarquía. Fue simplemente una expresión de deseo.
Crucero del Norte se presento con mucho nerviosismo, se noto.
Por todo lo que se dijo, por lo que estaba en juego.
Era un partido crucial, más que importante, un resultado positivo lo dejaría en las puertas de una clasificación.
Un empate y menos una derrota no le servia.
Algunos, crearon en torno a este partido, una ficción que muy difícilmente se podría transformar en realidad.
Vendían una nube de humo e ilusiones, a los hinchas y al público en general.
Sosteniendo indirectamente que este era el partido del año.
A lo mejor, pensando que un triunfo borraría este nuevo fracaso dirigencial.
En lo deportivo, hace mucho que queremos hablar de Guaraní, como equipo de fútbol. No lo podemos hacer.
Buscamos e imaginamos, la forma de narrar una jugada colectiva, una preparada que viene del trabajo de la semana, pero es muy difícil encontrarla.
Este Guaraní que hizo acto de presencia en Garupá anoche, jugó de la misma manera que lo hizo durante la mayoría de sus partidos de visitante.
Corre mucho, pelea, muerde, presiona, pero sufre de amnesia.
Se olvida de lo más lindo que tiene el fútbol, jugar.
No tiene criterio ni ideas para llegar al arco visitante. En este contexto, de mediocridad, con rivales que no son superiores, podemos llegar al objetivo.
Pero cuando el equípo de enfrente tiene lo que algunos denominan “suerte”, se nos cae el sistema.
Guaraní Antonio Franco, planteo el partido como siempre cuando juega afuera.
No fue diferente anoche.
En ese ida y vuelta del primer tiempo, tuvo solo un par de llegadas, las dos productos de centros, que pasaron a ser peligrosos por la inseguridad de Doelo mas que por ser buenos disparos.
Al final la debacle. Observamos un equipo, sin alma, sin conducta, ni objetivos claros.
Crucero festeja otra vez, “La Franja” Borrón y cuenta nueva.
Las expulsiones, son los efectos de la impotencia generalizada.
Guarani no merece estar viviendo este presente, viaja en caída libre y no se puede aferrar a nada
Los hinchas, nuevamente demostraron que son fieles a los colores y a la franja.
Estuvieron, apoyaron, sufrieron, padecieron...lloraron.
Hasta cuando...?