GRACIAS POR TODO, Por las cartas, los mensajes, los llamados. Gracias a los que piensan que estamos en el camino correcto, Esto nos induce a continuar porque existe la posibilidad del cambio. Se que no estamos solos, que al final la verdad y la honestidad tienen que triunfar.
En este cambiante mundo moderno todo puede pasar, pero lo más triste y lamentable en un estado de derecho es coartar la posibilidad de expresión.
Vulgarmente, la mordaza en la boca.
El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial en la lucha para el respeto de todos los derechos humanos.
Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios - el hombre está condenado a la opresión.
Por estas mismas razones, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados, tanto por gobiernos cuando quieren impedir cambios, como por personas individuales y en este caso puntual, los mal llamados dirigentes de fútbol, que quieren imponer su ideología o valores personales, callando la de los otros.
La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos, ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo.
La libertad de expresión comprende el derecho a buscar, recibir y difundir información y opiniones libremente.
Es una precondición de la democracia. Los medios de comunicación son cruciales para hacer realidad el ejercicio de este derecho, ya que son la fuente más importante de información para la mayoría de las personas.
La labor periodística, exige una gran dosis de audacia y de valor cívico, porque no siempre resulta fácil decir la verdad.