Luego de ver en acción durante estos últimos partidos a Guaraní Antonio Franco, podemos decir que sigue buscando la regularidad que necesita, pero todavía no está consiguiendo llegar a ese punto.
Porqué…porque en determinados momentos de los encuentros realiza un buen trabajo colectivo e individual, consigue crear situaciones de gol pero al final, compromete un resultado por descuidos impensados que aparecen.
Jugadas 18 fechas, lo más preocupante en este momento es el recambio ante lesiones o expulsiones, que podrían desequilibrar el dibujo táctico que intenta imponer Telmo Gómez.
El banco será muy importante.
Analizando lo visto y lo que queda por jugar, puntualizamos algo interesante. Lo más firme de todo el esquema que intenta armar el adiestrador es la zona defensiva.
Con el Paraguayo Cuellar, (expulsado el ultimo partido), Ramón Valdez, Tobías Albarracin (lesionado) y el “torito” Silva. Ahora, la situación es cambiante porque Daniel Cuellar no jugará ante los “chaqueños” tampoco lo hará Tobías.
Quienes podrían ser los eventuales reemplazantes…? No lo sabemos, eso estará a criterio del entrenador.
Lo poco que pudimos observar de Moyano y Cappelleti no convence comparando con la garra y el corazón que ponen en cada partido los dos que estarán ausentes. Volvemos a lo de siempre, alguien de la casa…?
En el medio sector, las tareas se dividen cuando juegan Enrique con Portillo, el ex Patronato es menos vistoso pero más vertical y siempre llega de frente al área contraria.
El “pelado” es más dúctil, más criterioso, tiene otro estilo de juego. En determinados momentos sobre todo contra Patria en el segundo tiempo, se perdió el poder de gestación y la pelota porque los dos estaban agotados.
Seria una linda alternativa, uno u otro, para tener lo que precisamente decíamos anteriormente el recambio a tiempo desde el costado.
Nicolás Bianchini, no es un conductor nato lo demuestra cada domingo, es un buen acompañante y desequilibra con su velocidad cuando le dan la posibilidad.
Cesar Ramírez, hace su jueguito, su taquito, su calesita y cuando tiene piernas colabora con su fútbol indescifrable.
El ataque “franjeado” muestra a un hombre que a pesar de su estatura y contextura física, hace algo que hay que reconocer, pone empeño y sacrificio, por momentos hasta intenta jugar bien.
Marcelo Morales, aguanta todo lo que le tiren. Claudio Torres por su parte, cuando se le presenta la oportunidad de marcar la diferencia y posicionarse ganándose un lugar entre los titulares no lo puede hacer o lo desaprovecha.
El “chuki” es la diferencia, pero muchas veces tiene que correr en demasía porque no le llegan pelotas claras.
En líneas generales, Guaraní Antonio Franco intenta jugar por bajo, controlar el balón, pero hay veces que ingresa en el descontrol por algo que indudablemente le falta.
Un “cerebro” el hombre pensante, el que marque la pausa, meta las pelotas cruzadas y los centros gol.
El que desacelere el fútbol. No lo tiene, pero así y todo, está segundo en la tabla de posiciones de la zona 8.
Con muchas ganas y temperamento ubicándose a un solo punto del “equipo de las estrellas” que apeló a refuerzos de todos los colores con millonarias incorporaciones.
Esto es fútbol y en la cancha son once contra once, Guaraní lo está demostrando y de mantener este nivel pasaría con comodidad a la próxima fase.
Lo inmediato es Chaco For Ever y allí estaremos.
