Esta pregunta tiene que tener una respuesta, porque alguien es el responsable. Hace tiempo venimos observando encontronazos y enfrentamientos entre simpatizantes del deporte más popular de los Misionenses.
En la actualidad, no tenemos que mirar por la “tele” o escuchar radios nacionales para darnos cuenta que la violencia esta a la vuelta de la esquina, convivimos con ella.
Pero donde nace todo esto. Quien es el responsable de lo que sucede…? Sin lugar a dudas a nuestro entender, son los dirigentes.
Porque tan solo ellos son los que permiten todo tipo de irregularidades.
Muchas veces; (como decía mi abuelo) el muerto se asusta del degollado. Algunos piden y exigen sanciones pero mirando la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
El responsable absoluto de lo que pasa dentro y fuera de una cancha a la hora de la organización de un partido es el dirigente.
Porque tiene que mantener el orden, estando o no la seguridad contratada. Observando el más mínimo detalle previo al inicio de la jornada, esperando que no suceda algún hecho bochornoso por irresponsabilidad de los presentes o inoperancia propia.
Pero… no lo hacen, por el contrario, apañan a los que ingresan a un estadio con la intención de arruinar un espectáculo.
Si quienes deben combatir la violencia desde adentro no hacen más que cultivarla, es probable que el común de la gente salga perjudicada.
Como se sentirán aquellos simpatizantes que tratan de ver un partido de fútbol como tal, con la pasión que sienten por los colores de su club querido, pero con la tranquilidad de lograr en tan solo noventa minutos, un momento de esparcimiento.
Algunos salen a denunciar que aplicara el tan mentado “derecho de admisión”, esto… ya se sintió en Posadas cuando la dirigencia de Guaraní Antonio Franco no le permitió el acceso al Coordinador de Crucero del Norte.
Sirvió de algo esto.?
Parece que no. Todo sigue igual, a pura violencia.
Que pasaría si en este contexto, algún inadaptado provoca no solo daños materiales como viene sucediendo, sino también físico o una muerte…?
También serán puestos en el banquillo de los acusados quienes sostienen, apañan e incentivan a los grupos dando entradas de favor y dinero, proclamando un falso amor irracional por la camiseta…?
Que tontos aquellos que apuntan a los denominados “barras Bravas” y preguntan: "¿...qué vamos a hacer con el problema de la violencia en el fútbol...?".
El problema de la violencia, no son estos grupos, manejables en determinados casos y utilizados en la mayoría. El problema está en la dirigencia.
Porque las barras son utilizadas como una especie de cuerpo de tareas del dirigente para ganar elecciones internas, para que los apoyen porque ellos no tienen “los huevos” como para salir a enfrentar la crisis o la realidad de sus Instituciones que no obtienen resultados importantes o porque tal vez de esta manera se sienten fuertes y protegidos.
Los barras, no son malos, los hinchas comunes tampoco, pero cuando todo se politiza y se crea un circulo vicioso dentro de la sociedad futbolística, algunas situaciones se hacen insostenibles.
Tenemos un hecho puntual que aconteció este fin de semana y no es el primero cuando se enfrentan estos dos clubes, Guaraní y Crucero del Norte.
Hablamos de politización, porque cuando el equipo “colectivero” denunciaba todo tipo de resarcimiento por roturas en su estadio u otros menesteres, los reclamos y las notas morían en el basurero de la Liga Posadeña, porque en ese entonces el actual presidente Luís Maria Valdovinos estaba fomentando una guerra fría contra los de Garupá.
Ahora sucede algo similar pero es la Institución de Villa Sarita la que busca esclarecer algunos puntos oscuros, seguramente no prosperará lo que intenta denunciar, el momento político es otro.
Valdovinos está viviendo un “idilio” con el club “colectivero” al que tanto odió desde un principio cambiando diametralmente su punto de vista.
Por todo esto sostenemos.
Si quienes rigen los destinos de nuestro fútbol actúan de esta forma solo por intereses económicos, dándole la espalda a los problemas que se suscitan domingo tras domingo, no podemos mas que seguir afirmando lo antedicho, la violencia desembarcó en nuestras canchas y los dirigentes son los culpables.
Porque en vez de esclarecer actos vandálicos, miran para otro lado como si nada hubiese sucedido.
Señores…Dirigentes vayan a misa y confiesen, tal vez así entrarán en razones y pensaran dos veces antes de seguir con esta locura de respaldar a los violentos.
Nuestro fútbol se esta muriendo, Ustedes son los verdugos.